Gioconda Belli, Ángeles Mastretta, Laura Restrepo y Julia Álvarez. ¿Qué tienen en común estas cuatro mujeres? La palabra. En las últimas décadas la presencia de la mujer en la literatura ha incrementado. Ya no son voces silenciadas entre muros de conventos o palacios como en siglos pasados. Ahora se escuchan con mucha fuerza.
Belli es una de las poetas y narradoras nicaragüenses más populares. En 1988 incursionó en la novelística con La mujer habitada. En esta narración la autora sumerge al lector en un mundo mágico y vital donde la resistencia ancestral del indígena al español se vincula a la rebelión femenina y a la insurgencia política de hoy. La mujer habitada es una novela que cuenta la batalla de la emancipación de la mujer, el compromiso libertador, la pasión y el anhelo de vivir a plenitud el amor en sus dimensiones más amplias e íntimas.
Belli también es autora de otras novelas como Sofía de los presagios, Waslala, y El pergamino de la seducción. Además escribió El país bajo mi piel, un testimonio de sus años en el sandinismo, organización clandestina y perseguida cuyo objeto era la eliminación del régimen de Somoza.
En 1978 obtuvo el Premio Casa de las Américas (Cuba) en el género de poesía por su poemario Línea de Fuego. También ha sido galardonada por sus narraciones. Su prosa poética es distintivo de sus relatos. Belli es mujer de palabra, guerrillera y luchadora. Su verbo tiene la rudeza del combate y la sutileza de la poesía.
Ángeles Mastretta es una escritora mexicana reconocida por crear personajes femeninos sugerentes, y ficciones que reflejan las realidades sociales y políticas de su país. El tema central de sus novelas es el amor y el desamor y con ellos la pasión y la tragedia. Aparece en el mundo literario en 1985 con la novela Arráncame la vida. Esta obra le mereció el reconocimiento al mejor libro del año en los Premios Mazatlán de Literatura. Arráncame la vida narra el inicial amor sumiso de Catalina por el general Andrés Ascencio, y la progresiva desvinculación de la mujer a un tiempo de su papel de subordinación conyugal y de su aceptación del contexto político que aguará los ideales revolucionarios.
Mastretta es también autora de la novela Mal de amores con la que ganó el Premio Rómulo Gallegos. En esta historia Emilia Sauri es una mujer capaz de amar con la misma pasión a dos hombres completamente distintos. Ama al revolucionario Daniel Cuenca con la fuerza de una provinciana de carácter sólido, pero incapaz de negarse a seguir al amor de su vida por medio país aunque aquél esté igual de dispuesto a dejarla por la causa superior de la patria. Ama también al médico Antonio Zavalza quien espera pacientemente el momento en el que ella necesite acurrucarse y buscar refugio en su abnegada presencia.
La escritora mexicana es también autora de Puerto libre, El mundo iluminado y Ninguna eternidad como la mía, entre otros. Mastretta es mujer de palabra, decidida y rebelde. Su prosa está llena de ironía, sátira y humor negro.
Laura Restrepo es una escritora colombiana que ha compaginado la militancia política con sus actividades como narradora. En 1986 publicó su primer libro: Historia de un entusiasmo fruto de sus experiencias con el grupo guerrillero M-19. Tras ganar en 2004 el Premio Alfaguara de Novela por Delirio su voz ha retumbado por toda Latinoamérica.
Delirio es una novela que narra una historia de locura y amor con el momento político de Colombia. La novela se basa en la historia de Agustina y su esposo Aguilar, quien un día regresa de un viaje de trabajo de cuatro días y descubre que su esposa ha enloquecido. Aguilar toma las cosas con calma y trata de averiguar cuáles fueron las circunstancias en las que Agustina perdió la razón.
Restrepo narra la historia principal entretejiéndola con otras tres: la de la infancia de Agustina, compartida con sus hermanos Joaco y el Bichi, tan diferentes entre sí; la del abuelo Portulinus, un músico alemán que emigró a Colombia huyendo de la locura; y la de Midas McAlister, narcotraficante amigo de Joaco y Agustina, y el vínculo de la familia con Pablo Escobar.
Restrepo es autora de otras novelas y narraciones. Vale la pena destacar también La isla de la pasión, una novela reeditada recientemente por Alfaguara. En ésta narra el drama que, a finales del Porfiriato, vivió la guarnición militar encargada de resguardar la isla de Clipperton, que aunque cercana al puerto de Acapulco es una ínsula perdida en la inmensidad del océano Pacífico. Abandonados en la isla de la pasión, estos náufragos del destino soportaron hambre, sed, enfermedades, muerte y el más completo olvido. Restrepo logra reconstruir la historia real y transformar la crónica de un desastre en una novela.
Otras obras suyas son: La novia oscura, La multitud errante , Olor a rosas invisibles... Restrepo es mujer de palabra, delirante y desafiante.
La escritora dominicana Julia Álvarez se ha destacado por darles voces a otras mujeres a través de su narrativa. Es reconocida por su novela En el tiempo de las mariposas que narra la vida de la familia Mirabal durante la dictadura de Trujillo. Cuenta como tres de las hermanas Mirabal asumen un compromiso político para tratar de derrocar el régimen trujillista. A costa de este compromiso, las tres son acosadas, perseguidas por los trujillistas, encarceladas y asesinadas. En la obra se destaca la perspectiva de cada una de las hermanas, incluyendo a la única que sobrevivió.
Álvarez también escribió Cómo las hermanas García perdieron el acento, En el nombre de Salomé y Yo, entre otras. Este año acaba de publicar su más reciente novela titulada Para salvar al mundo. Aquí narra desde dos leyendas diferentes, situadas en épocas apartadas, las similitudes sorprendentes entre su propia existencia y la historia de una valiente mujer del siglo XIX.
Su prosa le ha merecido distintos reconocimientos. Álvarez es mujer de palabra; su verbo es capaz de denunciar y conmover.
Tanto Gioconda Belli como Ángeles Mastretta, Laura Restrepo y Julia Álvarez se han destacado en la literatura latinoamericana contemporánea y han trascendido fronteras no porque estén de moda, precisamente, sino porque son mujeres de palabras que hay que escuchar. Sus obras han sido traducidas a muchos idiomas y se han dado a conocer internacionalmente. Abrir un libro de estas autoras y leer las primeras palabras son una invitación a no dejarlo, son una invitación a disfrutarlo y a vivir el amor y la libertad en sus múltiples facetas.
*Este artículo fue publicado en la revista Letras Nuevas, 2007, Año 1, Número 1.
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