martes, 14 de agosto de 2012

“Si no leo siento que no aprendo...”*



“Si no leo siento que no aprendo. Yo no recuerdo ningún momento en mi vida en que no haya estado leyendo”, comentó la licenciada Ana Irma Rivera Lassén.

         Esta no solo se distingue como abogada, sino también como cofundadora de la organización Mujer Intégrate Ahora (MIA), miembro de Feministas en Marcha y portavoz, en Puerto Rico, del Comité de América Latina y del Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM).

La licenciada Rivera Lassén es oriunda de Santurce y graduada de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico. Fue reconocida, en marzo de 2003, por el Senado del Estado Libre Asociado de Puerto Rico con la medalla Capetillo Roqué. Este premio se le otorgó en reconocimiento por sus aportaciones para lograr la equidad de género y mejorar las condiciones sociales de la mujer. Esta abogada, además, ha fungido como profesora, columnista de periódicos y editora de revistas. Ha publicado artículos, ensayos, cuentos y poesías en revistas y antologías de Puerto Rico y del extranjero.

Es coautora de dos libros: Y algo más..., un libro de cuentos y poesía, y Documentos del feminismo en Puerto Rico: facsímiles de la historia, un texto histórico de las mujeres en Puerto Rico a partir de los años 70.

Para la licenciada Rivera Lassén la lectura es como el pan nuestro de cada día. Los tres libros que más le han impactado en los últimos siete años son: Cuando el género suena cambios trae, La ley del amor y 1984.

        Cuando el género suena cambios trae, de Alda Facio, es un texto de metodología de  análisis para las cuestiones jurídicas de las mujeres usando una perspectiva de género. “Este texto me ha dado un marco de referencia teórica. El libro me ha sido útil, en términos académicos, para sustentar muchas de las cosas que enseño y que escribo”.

     La ley del amor, de Laura Esquivel, es la historia de la pasión amorosa (de Azucena y Rodrigo) que sobrevive desde la caída del Imperio de Moctezuma, hasta el siglo XXIII en la ciudad de México. “Esta novela me gustó mucho porque a mí me encanta el tema de la reencarnación. Me pareció interesante que la autora logró un relato casi cinematográfico y, además, lo hizo interactivo. Me impactó porque encontré una buena combinación entre literatura con ciencia ficción y cibernética. No es frecuente encontrar a una mujer que escriba de esos temas manteniendo, además, una narración muy femenina”.

      1984, de George Orwell, es un libro que plantea, en 1948, un supuesto mundo futurible (1984) donde reinan una serie de curiosos ministerios que manipulan, engañan y alienan al pueblo.

       “Yo lo leí hace muchos años, pero lo volví a leer hace poco. Si me impactó la primera vez que lo leí, ahora me impactó mucho más porque me doy cuenta que el autor, en el 1948, estaba hablando de esta época. El libro habla de una sociedad dominada por la gran corporación donde existe un referente de poder que se llama “El gran hermano”. Este  controla todo lo que los humanos hacen en esa sociedad. Lo que plantea la novela es que la globalización y el capitalismo se han tragado todo el sistema económico, y ahora las fronteras se están cayendo y los países se están uniendo. Orwell entendía que todo esto iba a pasar en el 1984, pero está ocurriendo ahora”.

      “Estas lecturas me han ayudado a afinar mis pensamientos para poder expresar claramente mis ideas desde el ámbito personal hasta el jurídico.  En el caso de la novela de Laura Esquivel, por ejemplo, ella presenta los temas del amor y el perdón, y cuando una trabaja temas fuertes, como la violencia doméstica, el tema del perdón es muy difícil de manejar.  Una cosa es perdonar para seguir adelante y otra cosa, muy distinta,  es perdonar y volver con el agresor. Cuando yo hablo con clientas, a veces les pido que lean algunos libros, ya sean  de autoayuda u otro tipo de literatura, porque pueden servirles  muchísimo”.

       En cuanto a la importancia de la lectura para la mujer del siglo XXI, la licenciada Rivera Lassén  comentó: “Yo lamento mucho las mujeres que no se dan cuenta de que ni siquiera estarían en donde están si no fuera por todas las otras que lucharon antes. No reconocer la historia de nosotras es desmerecernos. La mujer actual no existe sin todas las anteriores y coetáneas, porque la complejidad de lo que somos es una suma de todas esas cosas. Tenemos que leer porque a nosotras no nos enseñan a ser mujer en términos históricos. Nos enseñan en unos términos bien estereotipados. Pero la cuestión de ser mujer en términos del conocimiento, de nuestra historia, nuestros quehaceres, nuestros haberes y nuestras luchas, esa no nos la enseñan. Esa la tenemos que  buscar y aprender nosotras. Y la única fuente es la lectura”.

*Este artículo es parte de una serie de entrevistas bajo el título "Qué libros leen las profesionales puertorriqueñas del siglo XXI",  2003.





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