Fundar una mirada para el día
que
los ojos se cierren para siempre.
Juana
Rosa Pita
Con David López
Santiago
¿Cómo puede
el ojo que no mira
ver
un mundo rojo vuelto tinieblas?
Esa
ciega lumbrera ve más que otros ojos.
Ve
lo que está entre sombras,
lo
oculto, el misterio.
El
ojo que no mira traspasa pechos,
ve
corazones que no palpitan.
¿Cómo puede
el ojo que no mira
ver
amaneceres arrasados de locura,
amores
imposibles y musas ocultas de la razón?
¿Es acaso
tiniebla iluminada?
¿Está dotada
esa sombra de magia?
Porque
ve.
Sus
versos son imágenes concretas
que
ningún otro ojo acertó.
El
ojo que no mira
descifró un paréntesis
del tiempo
derramado
a sus pies,
del
reflejo de su alma escapando por la ventana,
de
los presagios que consumen su mente.
¿Acaso puede
el ojo que no mira
ver
su propia turbulencia?
¿Podrá ser
pasajero de su ausencia?
¡Hay tantas
cosas vistas en él!
Solo
hay algo que no sé
si
el ojo que no mira puede ver:
las
palabras que retumban en su corazón
y
las que mueren en mi alma.
Nota:
Tomado del poemario Inconcluso.S de Consuelo Mar-Justiniano (2014)